En este pueblo... (Irene Garmilla 31/01/2016)

En este pueblo, su última casa está
tan solitaria como la última casa del mundo.

El pequeño pueblo no puede detener la carretera,
que se pierde lentamente en la noche.

El pequeño pueblo, temeroso en sus presentimientos,
es tan solo un lugar de paso entre dos inmensidades,
mero camino de una casa a otra, no un puerto.

Y quienes abandonan el pueblo se van lejos,
y muchos tal vez mueran en el viaje.


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A veces, uno se levanta durante la cena,
sale fuera y camina, camina. camina,
pues hay una iglesia en algún confín del mundo.

Y sus hijos lo dan por muerto.
Y otro, que morirá en su casa,
permanece en ella, con su mesa y su copa.
Y son sus hijos quienes salen al mundo,
hacia aquella iglesia lejana a la que él renunció.

Rainer Maria Rilke, EL LIBRO DE LA PEREGRINACIÓN.
(Foto de Ricardo Fernández Begué: Iglesia de Huidobro, Los Altos, Burgos.)

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