Muerte de José Ignacio Garcia Huidobro

Escribe Amunategui sobre el viaje de José Ignacio García Huidobro en Europa: En el curso de sus viajes se dirijió a Italia y visitó en la ciudad de Bolonia a1 ex-jesuita chileno don Juan Ignacio Molina, a quien tuvo la satisfaccion de devolver una parte de sus manuscritos relativos a la historia natural de Chile, que le habían sido sustraidos en el acto de la espulsión, y que don José Ignacio había rescatado en Valparaíso de manos de un soldado, gracias a una buena suma de dinero. El Abate Molina agradeció mucho el gesto del chileno, y por ello denominó una especie de castor acuatico que vive en Chile como castor huidobrius. Escribe el historiador: He denominado a este animal castor huidobrius por conservar del modo posible la amable memoria de mi ilustre compatriota y condiscipulo don Ignacio Huidobro, marques de Casa Real, cuya temprana muerte, acaecida a 1os treinta y cuatro años de su edad, llegó a mi noticia a1 mismo tiempo que estaba yo formando la presente descripción. Este joven caballero, que estaba adornado de las dotes más preciosas del ingenio y del alma, había venido a Europa con el intento de adquirir nuevas luces para promover de vuelta en su patria las ciencias, las artes y el comercio. Con este fin, había invertido una buena parte de sus riquezas en formar una colección abundante de buenos libros y de 1os mejores instrumentos; corrió la Francia, la Holanda, la Inglaterra y la Italia; pasó a España, y estando preparándose en Madrid para restituirse a1 reino de Chile, fue acometido de una fiebre inflamatoria que en pocos dias le privó de la vida, y cortó en un momento las grandes esperanzas que habían concebido de é1 1os amigos y la patria, a 1os que le fue muy sensible (Historiadores de Chile, tomo XI, página 464. Compendia de la Historia Natural de Chile por Molina, traducida en castellano por Arquellada Mendoza). José Ignacio García Huidobro murió soltero de 36 años, con domicilio en la calle Majadericos Ancha en Madrid el 25 de Octubre de 1780. Dejó por heredera a su madre Francisca Javiera de la Morande y Cagigal. Se enterró en el convento de Religiosos Mínimos de San Francisco de Paula (Victoria) (34 dif. Fol 101).(Parroquia Madrileña de Sn Sebastían, Algunos personajes de su archivo, Caparros Editores, 1995.

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