DIEGO ZORILLA PEDRO MANUEL GARCIA CARPINTERO Y ZORRILLA Y LA CASA DEL CANTÓN DE QUECEDO PARTE DE LA HISTORIA DE UNA ESCRIBANÍA PÚBLICA (JUANRA SECO).

El muy ilustrativo aforismo sobre el escribano con que encabezo esta nueva comunicación la recoge mi profesor de constitucional, en la Academia de Derecho de los Jesuitas de Burgos, Don Esteban Corral García (“El escribano de Concejo en la Corona de Castilla -S. XI – XVII-“. Burgos. Ayuntamiento. 1987, pág. 4). Aunque, evidentemente, no puede identificar al autor del mismo porque, como tal apotegma, el mismo surge de la sabiduría popular. 



He decidido comenzar mi particular estudio sobre el linaje de los García de Huidobro de Quecedo de Valdivielso, precisamente con el estudio del solar originario de los mismos. Que no es otro que este de la denominada “Casa-Torre del Cantón”, de la Calle la Luna nº 1, en el Barrio de la Fuente, de Quecedo de Valdivielso. La que aparece en la primera fotografía que acompaño, y ante la que posa orgulloso mi querido primo Tomas García Huidobro SJ, cuando vino desde Chile a la misma en busca de orígenes. Lo hago así, y le dedico a éste todo lo que aquí voy a contar, como entradilla y compensación a lo que voy a trasladar en una comunicación posterior en que voy a “huevear” de lo lindo al papable Tomacho SJ. Y, con él, a su abundante parentela de rancio abolengo chilena. Pues les demostraré en la misma que, originariamente, su muy reconocible García de Huidobro, quizás el linaje más conocido y reconocido de Chile, en su versión originaria era García Carpintero. 
Esta casa, salvo para los chilenos que, los que la conocen, lo es por ser la casa natal de Don Francisco García de Huidobro y Gómez de Zorrilla (nacido en esa casa el 14/10/1697), el famoso y rico primer Marqués de Casa Real de la Moneda precisamente, por haber construido en Santiago de Chile, la fábrica de la real moneda (hoy más conocida por haber pasado a ser el palacio presidencial de Chile, precisamente con el nombre de “Casa de la Moneda”). Pero para los valdivielsanos de la época y de todas las generaciones posteriores hasta 1867, esa era “la casa del Cantón”. O lo que es lo mismo, la escribanía pública donde iban a otorgar sus testamentos, a dar poderes, a formalizar los contratos más importantes de sus vidas que requerían ser recogidos en escritura pública investida de fe pública notarial, etc. 
Me parece de justicia que al hablar del solar originario del que hemos salido todos los García de Huidobro que somos en el mundo (ricos y pobres, anónimos y famosos) lo haga exponiendo la funcionalidad más reconocible que ha tenido la mima en su historia: la de ser la sede de una escribanía, sucesivamente ejercida en esa casa por hasta cuatro EE.PP diferentes. Sin que, como se verá, el primero de ellos haya sido el primer E.P de nuestra familia, por esta rama. Y sin que, el último que ha ejercido en la misma, sea el último fedatario público de este linajeLo hago ahora, después de tanto tiempo que lo tengo comprometido con Tomacho SJ y, también y sobre todo, con Rodrigo Burgos Ballesteros (el primero en documentarnos sobre esta casa en una publicación en este mismo muro). Si él lo hizo, entonces, desde la perspectiva de la propiedad de la misma. Yo lo haré ahora, cuando por fin he conseguido completar mi estudio al respecto, desde esta otra perspectiva de la funcionalidad de la misma como tal escribanía durante 174 largos años. Que, insisto, es lo que ha sido la misma, en concreto desde el 20/6/1693 en que es nombrado, en Madrid, E.P Don Pedro Manuel García Ruiz, hasta el 15/12/1867 en que fallece en la misma el último E.P que vivió y ejerció este oficio en dicha casa, Don Manuel González-Villa y García de Huidobro, descendiente directo del anterior y ascendiente directo de Rodrigo. Entre uno y otro hubo otros dos ejerciendo en esta escribanía del Cantón: 
El hijo de Pedro Manuel, por tanto hermano entero del marqués (y ancestro directo de Rodrigo y mío), Juan Gregorio García de Huidobro y Gómez de Zorrilla, nacido en esa casa el 9/2/1695, que fue E.P titular en la misma desde el 26/9/1715 en que muere su padre y su propia muerte acaecida el 19/7/1766 y; 
El hijo de Juan Gregorio, (también ancestro directo nuestro) García Eleuterio García de Huidobro y Fernández Quintano, también nacido en esa casa el 18/4/1741, E.P titular de la misma entre la muerte de su padre (1756) y su propia muerte el 26/10/1813;
La sucesión de este último, no se produce como en los dos casos anteriores, de padre a hijo, sino de padre a nieto. Algo que, como luego veremos, también había sucedido con el primer E.P en esta casa, Pedro Manuel, que la hereda de su abuelo materno, Diego Zorrilla, E,P en la villa de Medina de Pomar. En efecto, Manuel González-Villa y García de Huidobro (nacido el 18/11/1790, en San Vicente de Villamezán, junto a Arija en la zona burgalesa del pantano del Ebro, el 18/11/1790) no era hijo, sino nieto de García Eleuterio. En concreto, a través de la hija mayor de este María Casilda García de Huidobro y Díaz de Sarabia (en la que concurre la curiosa condición, aunque no es el único caso de la familia, de haber sido bisnieta, nieta paterna y materna, madre y abuela de EE.PP,, por lo que se la conoce en la familia como la "escribana") y de su primer marido, Don Pedro Manuel González-Villa y Sainz de Villegas (nacido en el mismo pueblo que su hijo el 1/10/1753, del que pese a llevar el Don en su PDFE de 4/7/1798, no he podido confirmar aún si fue o no E.P, si lo confirmo pondré también que "la escribana",fue esposa de E.P). García Eleuterio pese a tener tres hijos varones: Juan (que nació en Quecedo en 3/1/1771 y que casó en Población con María Gaspara Rodríguez de Huidobro, donde muere en 2/12/1851, tras una vida dedicada a la agricultura y es posible que no supiese escribir, requisito indispensable para poder ser E.P, se tengan los derechos hereditarios que se tengan, incluso aunque sean preferentes como primogénito, de hecho su padre García Eleuterio fue el hijo más pequeño de Juan Gregorio, aunque su hermano mayor Tiburcio, fue cura, lo que era incompatible también con al condición de E.P, el menos civil, pues con otro título les había religiosos, aunque este Tiburcio no lo fue, pues fue cura beneficiado de Población, luego de Quecedo y también vicario de Valle Abajo); Isidoro Esteban (nacido en 27/12/1773 y que emigró a Indias muy joven, probablemente con su rica parentela chilena y del que nunca más se supo) y; Zenón, que no pudo serlo pues murió recién nacido (Quecedo n 12/4/1779, +29/4/1779). Como ninguno de sus hijos pudo o quiso ser E.P, hereda la misma su nieto mayor, este Manuel González-Villa y García de Huidobro, que ejerció la escribanía en esa casa desde la muerte de su abuelo en 1813 y su propia muerte el 15/12/1867. 
A diferencia de Rodrigo, con el que comparto los 4 primeros EE.PP, a este último no lo tengo de ancestro directo. Pues desciendo del segundo marido de “la escribana”, María Casilda, que en segundas nupcias contrajo matrimonio, en San Vicente de Villmezán el 23/4/1799, con mi abuelo Domingo Estaban Seco de Fontecha y Argüeso (nacido en Celada Marlantes, una pedanía de Reinosa el 3/8/1766 y que al trasladarse, primero, a este pueblo donde se casó y después a Quecedo, hubo de interponer pleito de hidalguía) con la que engendró a mi abuelo Manuel María Seco de Fontecha y García de Huidobro (nacido en San Vicente de Villamezán el 27/4/1802). Que, desde muy niño se estableció con su madre y hermanastros de madre en Quecedo. Para ir a casarse en Población en 1823 con Gabriela Josefa Fernández de Huidobro y Angulo (nacida en Población el 18/3/1803) y de los que descendemos todos los Seco de Fontecha de Valdivielso, que aunque se diga que somos de Población (lo somos por los Fernández de Huidobro) por el apellido agnatício (el Seco de Fontecha) descendemos de la actual Cantabria, en concreto de Celada Marlantes, una pedanía a ábrego de Reinosa. Pueblo que se apellida así, por que pasa por el mismo el arroyo Marlantes, el primer arroyo que desemboca en el Ebro por su márgen derecha, como comprobamos Tomacho SJ y este que suscribe en el viaje que hicimos a ese pueblo .Comenzaba Rodrigo Burgos Ballesteros su estudio sobre la Casa del Cantón con un expediente de nobleza que considero fundamental: El de las “Pruebas para la concesión del Título de Caballero de la Orden de Santiago a Don José Ignacio García Huidobro, natural de Santiago de Chile, 2º. Marqués de Casa Real, Capitán de la Compañía veterana de Caballería de la plaza de Yumbel (Chile), de 1777” (se puede bajar del portal PARES: ES.28079.AHN//OM-CABALLEROS_SANTIAGO, Exp.3291). Expediente que en el AHN me han calificado como uno de los más completos, bien escritos, documentados y presentados de todos los muchos que han examinado y microfilmado allí. Y que, por ello, es al que recurrimos la mayoría de genealogistas cuando nos ponemos a estudiar este linaje García de Huidobro. 
Si la ordenación y sistematización de los ancestros de Valdivielso se lo debe, en gran medida, al nobiliario que escribió Juan Alonso de Huidobro y Pereda (nacido en Quecedo el 12/9/1599) a mediados del Siglo XVII (y que aún no me ha devuelto el cronista oficial de la provincia). Su buena letra (te invito a que lo leas Irene Garmilla, para que compruebas por ti misma que no todos los EE.PP de Valdivielso, escribían mal), su magnífica documentación y presentación se lo debe a mi abuelo, este en compensación ancestro mio y no de Rodrigo (y mucho menos de Tomacho SJ, pues salvo Pedro Manuel, el no tiene otros E.P en su familia, sino ricos marqueses en Chile) Pedro Díaz de Sarabia y de Isla (n Arroyo 1706), E.P en Arroyo mucho tiempo (antes lo había sido en Salinas de Rosio, junto a Medina de Pomar, donde nacen sus hijos). Éste era, además, el suegro del precitado E.P de Quecedo, García Eleuterio, que se casó en 1735, en Medina de Pomar, con la hija del anterior Micaela Díaz de Sarabia y Fernández de Hidalgo y padres por tanto de nuestra abuela María Casilda “la escribana”. 
En el Anexo-Instrumento 25 de ese expediente y bajo el apartado “Reconocimiento de la Casa y Escudo de Armas de la vivienda paterna del pretendiente”, que el bueno de Rodrigo tuvo la gentileza de leer y escribir para nosotros en su anterior comunicación aquí, dice lo siguiente: <En dicho lugar y dicho día mes y año (04.08.1777)… . pasamos a conocer la casa originaria nativa de Don Francisco García de Huidobro, padre del pretendiente y para la mejor comprobación, requerimos al Licenciado Don Ángel de Isla, natural y párroco de este lugar, para que nos acompañase y bajo juramento nos diga cuales son LAS CASAS ORIGINARIAS Y NATIVAS DE DICHO PADRE DEL PRETENDIENTE Y SU ASCENDENCIA POR LÍNEA PATERNA, ASÍ COMO SI LAS ARMAS QUE TIENEN SON LAS PROPIAS DE ESA FAMILIA (en el expediente, esto último, viene en minúscula, pero yo lo he destacado en mayúscula, por lo que diré a continuación). Con este efecto, acompañados del Licenciado nombrado y cura expresado, pasamos a unas situadas en este dicho lugar, cuya estructura denota mucha antigüedad y cuyas paredes maestras son de piedra, mampostería y sillería a cal y canto. En cuadro y en el medio de dicho lugar. Y se nombra famósamente por “La Casa del Cantón”. Su fachada mira al mediodía. Con puerta de arco sillar y tres ventanas de lo mismo en la parte superior. Con dos rejas en la parte inferior y entre las ventanas de la parte superior y en medio de ellas y sobre la puerta principal hay un ESCUDO DE ARMAS grabado en la misma piedra, que se compone de dos cuarteles y el de la mano izquierda le ocupa un castillo o torre, y el de la mano derecha dos lobos. Y se halla orlado con cuatro leones y cuatro castillos. Por remate un morrión con lo que cierra este escudo. Y habiendo tomado juramento a Don García de García Huidobro, primo carnal del pretendiente por varonía recta y actual poseedor de la citada casa, bajo de él (juramento) declaró que así las armas como la casa son las posesiones de que gozaron el padre del pretendiente así como sus mayores y que las armas son las que usaron siempre en público y que ha conocido a todos sus ascendientes y que es el acto distintivo de su nobleza como es notorio y público en dicho lugar y Valle. Lo que así mismo declaró el expresado cura bajo juramento...>. 

Que, ni en los expedientes de hidalguía, ni en los de nobleza, se contaba por los testigos toda la verdad y sólo la verdad, es algo que, desde muy antiguo, es perfectamente conocido por todos los estudiosos de los mismos. En los que llevo estudiado de familias hidalgas y nobles del Valle, en lo que más se ha mentido ha sido en lo relativo al oficio de los pretendientes al hábito, de sus padres y de sus abuelos. Así tenemos, incluso en esta familia y sus entronques, varios ejemplos al respecto en que es fácil demostrar que se han dedicado a oficios que no permitían ser admitidos para tomar el hábito de esta (la de Santiago) o cualquier otra orden militar. Pues todos ellos se habían dedicado, incluso algunos de ellos se habían hecho inmensamente ricos, con el comercio: Juan Alonso de Huidobro y Pereda (el autor del precitado nobiliario y el verdadero constructor, en modo alguno la familia Bonifaz que llega a Valdivielso a principios del Siglo XVIII, de la Torre fortaleza de los Alonso de Huidobro en Población, de cuya perdida por la familia de su suegra, tanto se queja el padre del marqués Pedro Manuel en su testamento); El propio primer Marqués de Casa Real de la Moneda (por uno de cuyos primeros oficios, bastante infamante si lo miramos con la forma de ver las cosas hoy, se metieron mucho los enemigos literarios y políticos del gran poeta chileno Vicente Huidobro, descendiente directo del marqués) y; En otras familias del valle, unos cuantos García de la Yedra y también sus entroncados Diez-Trechuelo, como acreditaré cuando termine de escribir lo que estoy preparando sobre los indianos de Valdivielso y, sobre todo, de nuestros jándalos en Cádiz. 

Pero ya nos lo advirtió el gran Quevedo: "Poderoso caballero es Don dinero". Si el mucho dinero daba para comprar la condición de hidalgo, incluso la de noble, cuando había mancha de judío, moro o converso. Mucho menos iba a costar comprar esa condición para tapar el ejercicio de algún oficio prohibido (aunque fuese el de “negrero”), pues esto era al final un pecadillo menor. De algo tenían que vivir nuestros hidalgos y nobles y si vivían muy bien y eran muy ricos, mejor que mejor para darles títulos. 

La primera mentirijilla, sin duda mucho menor en importancia que la primera citada (pues la más importante causa de exclusión de la nobleza, no ser cristianos viejos junto con haber sido condenado por la Inquisición y mentir en esto podía traer graves consecuencias), que he encontrado en este expediente, está en la declaración del “primo carnal del pretendiente por varonía recta y actual poseedor de la citada casa”, el ya precitado E.P, García Eleuterio. Claro que en la misma incurre, también bajo juramento y esto parece más grave dada su condición, el propio cura Don Ángel (Díez de) Isla. Ambos declaran que: “ las armas, como la casa, son las posesiones de que gozaron el padre del pretendiente así como sus mayores”. Si con esto se quieren referir sólo al padre y al abuelo paterno del pretendiente (al primer marqués y a su padre), parece que en principio no habría mentira. Claro que los instructores del expediente les estaban preguntando, como he subrayado más arriba en mayúsculas. por la ascendencia paterna (y no materna, que es de la que contestan el cura y el primo, como se verá) y no sólo de estas primeras generaciones, también de generaciones de ancestros más antiguos (de hecho se citan y se documentan en este expediente la fe de bautismo y otras partidas sacramentales, de ancestros mucho más antiguos de la línea paterna, aunque también de la materna), y en esto si mintieron, al menos no dijeron que, cuando les preguntaban por los ancestros paternos, ellos estaban contestando sobre la nobleza y escudo de la línea materna. Pues en efecto, en cualquier caso es evidente que mienten, también, en lo relativo a las armas. Pues el escudo ya estaba en esa casa cuando se va a vivir a la misma en 1692 el abuelo paterno del pretendiente, el primer E.P en la misma Pedro Manuel. Y, como nos ha venido insistiendo Rodrigo hasta la saciedad, ese escudo no es del linaje paterno, sino y como también terminaré de demostrar a continuación, del linaje Huidobro materno.  En efecto, contamos con un segundo documento, también citado y transcrito por Rodrigo, que nos permite confirmar la pequeña doble mentira anterior. De nuevo me limitaré a cortar y pegar lo apuntado por este, aunque aquí usaré los puntos sustantivos para eliminar todo lo que no hace referencia a la casa del Cantón. Se trata del pleito entablado por Pedro Ponciano Fernández Hidalgo, E.P y vecino de Medina de Pomar (Burgos), hermano y heredero de Manuel Fernández Hidalgo, fallecido en Santiago de Chile, García (Eleuterio) García de Huidobro, vecino de Quecedo en el valle de Valdivieso (en nombre de su mujer Micaela Díaz Sarabia y Fernández Hidalgo, sobrina de Manuel), y Juan Manuel de Oyos, vecino de Puente Arenas (en nombre de su mujer, María Antonia Díaz de Sarabia y Fernández Hidalgo, también sobrina de Manuel) herederos de Manuel Fernández Hidalgo, con el Fiscal, sobre entrega de caudales pertenecientes a la herencia de Manuel Fernández Hidalgo, depositados en la Casa de Contratación de Cádiz (ES.28079.AHN//CONSEJOS, 20425, Exp.1, por cierto el malversador de los caudales de esa herencia, era otro E.P del linaje de los Díaz de Sarabia, pero de esto me ocuparé en otro momento). 
Nos decía Rodrigo, refiriéndose a este expediente y en concreto a los bienes puestos en caución por los herederos litigantes para reclamar dicha herencia, que había tres casas y tras describir las dos primeras, describe la tercera del siguiente modo: “… Y otra casa sita en dicho barrio de en medio, la misma que heredó dicho Don García de sus difuntos padres y al presente vive y vivieron aquellos. Linda Ábrego y Regañón, calles Reales. Solano, casa y patio del vínculo que goza Domingo de Muño, natural y residente en el lugar de Hoz. Y al Cierzo, herederos de Don Juan García Huidobro, padre que fue de dicho Don García. Estimada en cinco mil Reales.>. Tras lo cual, Rodrigo nos da las razones, que comparto, de por qué esta casa, la tercera que se pone en caución, sería la “Casa del Cantón”: <Por ser la de más valor y por ser “la misma que heredó dicho Don García de sus difuntos padres y al presente vive y vivieron aquellos”>. Lo único que le ha faltado añadir a Rodrigo Burgos Ballesteros, por qué ese encargo me lo hizo a mí, es que eso fue así, por qué, el padre de García Eleuterio, Juan Gregorio, primero y el propio García Eleuterio a la muerte del anterior, heredaron esa casa con el bien más importante que llevaba aparejado la misma, la de ser la escribanía pública de cuyo oficio vivieron sucesivamente hasta cuatro EE.PP de este linaje. Que, como ya he anticipado y como me toca demostrar aquí, ni fueron los primeros EE.PP de la familia, ni los últimos. Y esto último sin meternos con el gran número de linajes de EE.PP con los que emparentaron por matrimonio, como también vengo acreditando.
En definitiva, la “Casa del Cantón”, antes de irse a vivir a la misma el E.P Pedro Manuel, por su matrimonio de 8/4/1692 con la natural y heredera de esa casa, Francisca Antonia Huidobro y Alonso de Huidobro NUNCA perteneció al linaje paterno del marqués. Ni el escudo representa las armas de los García (en su formulación original Garcia Carpintero), ni tampoco al linaje materno de los Zorrilla (de Población) y Gómez de Zorrilla (de Toba), ni siquiera al poderoso linaje de Hoz de la abuela paterna del marqués, Catalina Ruiz de Valdivielso. Pues es un escudo del linaje Huidobro, que estaba en esa casa, por ser esta donde vivía su mujer (nacida en esa casa el 1/5/1673 y en la que fallecería el 1/2/1713, en el puerperio del parto de mi hija chica” Lorenza - como la llama su padre en su testamento de 1715 “, que para seguir con la tradición familiar también se casaría, después, con otro E.P, este de Población, Antonio Alonso de la Torre y García de Santillana, heredero de una de las sagas de EE.PP más antiguos de Valle Abajo (aunque no la más antigua), con cuya mala letra se debe estar peleando ahora la buena de Irene Garmilla)Durante mucho tiempo me tuvo despistado un dato de este expediente que también transcribe Rodrigo. Refiriéndose a una de las tres casas que ponen en caución en este pleito por la herencia de Manuel Fernández Hidalgo. En el mismo se dice, claramente, que la casa que compran a la vecina de Medina de Pomar Águeda María, es la primera de estas tres casas y no la casa del Cantón. Pero yo entendí o quise entender que las tres casas, por otro lado muy próximas, incluso contiguas, las habían comprado en paquete a esta señora de Medina. Y me puse desesperadamente a buscar una Águeda María que se apellidase Huidobro, incluso Incinillas-Huidobro (por qué el escudo, como se viene insistiendo, era indudablemente Huidobro), sin ningún resultado. Al releerme este pleito he caído en que, se afirma con rotundidad, que la única casa que compran a la tal Águeda María es la primera y que las dos restantes las poseen por herencia de su padre el E.P Juan Gregorio. 



Y por fin, los árboles me dejaron ver el bosque, y comprobé que la buena era la interpretación que hice cuando me leí por primera vez el expediente de este pleito hereditario: Esa casa era del padre de su mujer, Francisca Antonia, llamado José de Huidobro y Alonso de Huidobro (nacido en esa casa el 17/3/1632 y fallecido en el Convento de San Francisco de Burgos el 6/1/1681, aunque traído a enterrar a Quecedo). La solución la había tenido siempre ante mis propias narices, en el testamento de la viuda de este José de Huidobro, Josefa Alonso de Huidobro y Alonso de Huidobro (nacida en Arroyo el 21/3/1637 en una casa que, con ayuda de algún genealogista arroyano, espero localizar más pronto que tarde y que, sin embargo, fue llevada a bautizar a Oña, por qué su padre, Pedro Manuel Alonso de Huidobro y Pereda era alcalde de la Santa Hermandad de Oña en ese momento, aunque su madre, Isabel Alonso de Huidobro y Sarabia de Rueda, siguió viviendo en la casa de Arroyo donde nació Josefa y sus hermanos mayores Alonso y Tomás, pues parece que los tres más pequeños Pedro, Andrés y Gabriel ya nacieron en Oña). 

Esta Josefa, viuda ya de José de Huidobro, muere en esa casa natal de su marido poco después del 29/7/1693 en que testa ante el E.P de Población Alonso Díaz de Sarabia. Es decir, muere apenas un año después que se fuese a vivir a esa casa el primer E.P de la misma, Pedro Manuel, por su matrimonio, del 8 de Abril de 1692, con la hija de aquellos Francisca Antonia y el mismo año en que le reconocen y confirman a su yerno, desde Madrid, su condición de E.P. Es por eso que dice de su hija y yerno que son los que la están asistiendo en la enfermedad que la tenía postrada en cama y que sería su última enfermedad. 

Como vengo diciendo, no tenemos ninguna duda Rodrigo y yo, que el escudo de esa casa es del linaje Huidobro. Incluso, tampoco, que es del mismo tronco de los de la torre de los Huidobro del Barrio de San Lorenzo de Quecedo. Es más, estoy casi seguro que la casa del Cantón se construyó con parte de los desmoches de las plantas superiores de la Torre de Huidobro. Pero esa es otra historia que debe pasar el filtro (por supuesto de carbono 14) de nuestro arqueólogo de cabecera Enrique Díes Cusí, que confío también nos eche una mano en esto algún día no muy lejano. Todo lo anterior, viene confirmado por un somero examen de la ascendencia paterna de este José de Huidobro: Era hijo de Juan de Huidobro y Fernández Quintano, nacido en esa casa del Cantón en 1/7/1604; Nieto de Juan Huidobro y Alonso de la Puente, conocido como “El Alferez”, también nacido en esa casa en 1572; Bisnieto de Lucas de Huidobro y Sainz de Huidobro, citado en el nobiliario de Juan Alonso de Huidobro y Pereda como “Hombre de Armas”, también nacido en esa casa, aunque pudo nacer también en la Torre de los Huidobro del barrio de San Lorenzo sobre 1542 y; Tataranieto de Juan de Huidobro, nacido en la torre de los Huidobro sobre 1510. Descendientes todos ellos del primer Huidobro que construyó esa Torre-fortaleza de los Huidobro, el famoso García (nombre) de Huidobro que testa en Quecedo el 8/9/1296 ante el E.P Juan Ruiz de la Puente, por el que,con su mujer, funda un vínculo de mayorazgo a favor de su hijo mayor Juan de Huidobro y Ruiz. Ahora lo que nos falta es encontrar las generaciones intermedias entre este García de Huidobro y su hijo Juan de Huidobro y Ruiz y el precitado primer Juan de Huidobro (el nacido sobre 1510) que nos aparece en las partidas sacramentales. Dado que, el nobiliario de Luís Varona Sarabia de 1686 no nos facilita el trabajo, se busca un esforzado estudiosos dispuesto a echar muchas horas en el Archivo Histórico de Burgos (en adelante AHBurgos), sacando los protocolos notariales más antiguos y, por ello, más difíciles de leer. Falta analizar como llega a Quecedo, desde Medina de Pomar, donde nació, y como y donde se hace escribano, el primer E.P de esa casa Pedro Manuel. En esto me tendréis que permitir que me valga algo de la herencia de mi bisabuelo materno Melchor “Mientefuerte”. Aunque me tendréis que reconocer que he tratado de documentarme y documentároslo.

Como vengo diciendo, el primer E.P de la “Casa del Cantón” (llegó a ser escribano real de Hacienda, una de las muchas modalidades de E.P que había entonces y creo que la mejor remunerada) fue el precitado Pedro Manuel García Ruiz. Cuento con una variada documentación que nos permite conocer con bastante aproximación la historia del origen de esta escribanía. El oficio de escribano (desde finales del Siglo XIX, absorbidos por los notarios), era en esta época y durante mucho tiempo un oficio hereditario: A esa condición se refiere en su testamento de 1715 el tantas veces citado Pedro Manuel cuando dice aquello de: "Tengo un censo perpetuo sobre una escribanía, que dejo a mi hijo Juan (Gregorio) García (de Huidobro)". 
Tengo claro que la escribanía no la hereda de su padre, Juan García Carpintero y Ruiz de Valdivielso (nacido en Quecedo el 6/4/1626, + Medina de Pomar 17/6/1676), pues varios documentos confirman que el oficio de este fue el de Alguacil Mayor de la Villa de Medina de Pomar. Todo apunta a que sólo pudo heredarlo de su abuelo materno Diego de Zorrilla (con la colaboración de la directora del AH Burgos, estoy tratando de hacerme desesperadamente con los protocolos notariales de este, para confirmar todo lo anterior). 
Este primer E.P por esta rama familiar que tengo localizado, nació en Población de Valdivielso en 1580. Como no hay partida sacramental alguna de esa época en Población, he tenido que tomar lo anterior de otra fuente. Este Diego Zorrilla figura como testigo en la probanza de nobleza para tomar el hábito de Santiago por el hidalgo, natural de Hoz, Pedro Velez de Valdivielso y Fernández del Campo, en 1644. En la fecha que presta declaración confiesa tener 64 años y haber nacido en Población. Tras casarse en Toba con María Gómez de Zorrilla y Fernández de Huidobro (donde había nacido ésta sobre 1590), se traslada a ejercer como E.P en Medina de Pomar en los años 20 del siglo XVII (hasta que no encuentre sus protocolos notariales no puedo descartar que antes fuese E.P, en Población o en otros pueblos del Valle, pero se me antoja bastante difícil, pues había dos familias que, en esta época, monopolizaban el oficio en el Valle, sobre todo en Valle Abajo, los arroyanos Alonso de la Torre que lo ejercieron en Arroyo primero y después en Población y los Díaz de Tudanca, que tras bajar de Tubilleja de Zamanzas, ejercieron el oficio en Población y también en el Almiñé). En Medina nacieron sus 7 hijos: Magdalena; nuestra abuela María; el cura beneficiado de Quecedo por casi 70 años Gregorio (del que tanto toca hablar, incluso, aquí), Lucía; Antonio (presbítero, también, como su hermano Gregorio); Felipa (casada en Arroyo con Juan González de Sarabia) y; el benjamín Alfonso (que no tengo claro que fuese también presbítero, pues incluso me aparece un hijo de su mismo nombre, fallecido en Quecedo en 23/1/1700, que desconozco si fue hijo de presbítero –su PDFE no cita a la madre, ni dice, evidentemente, que el padre fuese presbítero-, pero que todo apunta a que lo fue, ya que en otro caso desconozco la causa de porque no heredó de su padre la escribanía). 
Lo cierto es que nuestro primer E.P por esta rama, Diego Zorrilla, ya había fallecido el 8 de Febrero de 1650 en que se firman, en Medina de Pomar, las capitulaciones matrimoniales (Anexo-Instrumento 9º del expediente de Santiago de José Ignacio García de Huidobro) para el matrimonio de su hija María Zorrilla y Gómez de Zorrilla (por más que se empeñase en tomar, como primer apellido el materno Gómez de Zorrilla y no el Zorrilla paterno, por cierto también llevaban en ese orden sus apellidos, sus tres hermanos varones: Gregorio, Antonio y Alfonso, lo que abunda en la tesis de que este último también fue presbítero, pues era frecuente entonces que sólo las hijas y los hijos varones en oficios religiosos, tomasen, como primer apellido, el materno). Que se iba a casar con Juan García Carpintero y Ruiz de Valdivielso, que ejercía ya de Alguacil Mayor en Medina de Pomar. Debido al fallecimiento de Diego, las capitulaciones las firman por parte de la novia, su madre, María Gómez de Zorrilla y Fernández de Huidobro. Y, por parte del novio, dado que a esa fecha nuestro abuelo el alguacil ya era huérfano de padre, su madre Catalina Ruiz de Quecedo y Vélez de Valdivielso (que, también en este estas capitulaciones matrimoniales, se hace llamar Catalina Ruiz de Valdivielso, sin duda para recordar su origen en el poderoso linaje de los Ruiz de Valdivielso de Hoz que, por tener, tuvieron hasta un cardenal en Sicilia). Cita a esta última como viuda de Miguel García, familiar del santo Oficio. Como cuento con su fe de bautismo, puedo acreditar fehacientemente que, en realidad, se llamaba Miguel Carpintero Carpintero y Alonso de Jorge, bautizado en Quecedo el 1/10/1589. Por cierto, como veréis en la próxima comunicacion, esta partida sacramental es una verdadera joya, sobre todo si la comparamos con otras de la época. Pues es la única que he encontrado de esta época y generación que no sólo identifica a los padres del mismo, identifica también a sus cuatro abuelos y, con ello, a los ancestros más antiguos por este linaje que podemos conocer a través de partidas sacramentales. Es la partida que presidirá mi próxima comunicación, con la que pienso “huevear” , todo lo que sea menester, al pariente jesuita chileno-valdivielsano). A partir de lo anterior, me parece un dato aparentemente extraño aquí. Cuento con la partida de defunción del Alguacil de Medina Don Juan García Carpintero y Ruiz Valdivielso (fallece en Medina en 17/6/1676, hay una copia de su PDFE en el mismo expediente de José Ignacio García de Huidobro y Morande, Anexo-Instrumento 10 del mismo). También con la de su mujer María Gómez de Zorrilla (esta había fallecido más de 6 años antes, en concreto el 23/2/1670 en Quecedo, con toda seguridad en la casa parroquial en que vivía su hermano el cura Don Gregorio (¿alguien puede decirme cual era y donde estaba la antigua casa parroquial de Quecedo, anterior a la actual?). Si tenemos en cuenta que Pedro Manuel había nacido en 1663: ¿que hacía su madre viviendo en Quecedo, con su marido y sus otros dos hijos viviendo en Medina?, máxime cuando entonces era impensable el divorcio. 
Después de darle muchas vueltas a la pregunta anterior, sólo encuentro una respuesta posible, teniendo en cuenta (para desechar la separación de su marido definitivamente) que no se va a vivir al pueblo natal de su padre (Población), ni al pueblo natal de su madre (Toba), sino a Quecedo, el pueblo natal de su marido. Aunque es verdad que Quecedo era, también, el pueblo donde ejercía de cura su hermano Gregorio. 
Pues con este último dato, blanco y en botella: Se había traslado a Valdivielso con su hijo Pedro Manuel aún muy pequeño, sacrificándose para que este hijo se pudiese hacer lo más rápidamente posible E.P y no perder los derechos hereditarios que tenían sobre la escribanía de su padre Diego Zorrilla. Además vivir allí no le suponía coste alguno pues era la casa parroquial (claro que, a cambio, le tocaría ser ama de llaves) de su hermano). Ello les permitía poder aprovecharse que en el pueblo más próximo, Arroyo, se había creado hacía poco una escuela donde su hijo pudiese estudiar, al principio las primeas letras, después incluso para escribano. 
En efecto, como ya he documentado suficientemente aquí, la rica familia de los Díaz de la Torre (uno de los cuales era un rico mercader de sedas en la villa y corte de Madrid, Antonio y el otro, su hermano Agustín, había terminado de escribano real también en Madrid) que son los que construyen la que hoy conocemos como casa del Salao, como casa solariega de los Díaz de la Torre arroyana (este linaje descendía de Condado de Valdivielso). Al morir Sebastián, su viuda la madrileña Doña Clara Rodríguez de Caycedo (que al parecer no sabía muy bien que hacer con la casa que tanto querían su marido y su cuñado Antonio) decide, a través de su testamento de 13/4/1631 (esta fecha, tiene razón Irene Garmilla, esta mal, tiene que ser bastante posterior en el tiempo, por lo que contesto a esta en un post posterior) fundar una obra pía, en forma de escuela de niños, de la que han salido la mayor parte de los EE.PP de Valdivielso nacidos tras la fundación de la misma. 
Muerta su madre, cuando Pedro Manuel apenas contaba con 7 años, fue el tío cura Gregorio el que más insistió en que se quedase a su cuidado en Quecedo. Entre otras cosas porque el cura tampoco quería que se perdiesen los derechos hereditarios sobre la escribanía de su padre y a la que él y sus hermanos varones, por ser presbíteros, no podían optar. Y además, parece que Pedro Manuel apuntaba muy buenas maneras de estudiante. Por eso siguió viviendo con el cura en Quecedo. Y cuando, poco más de seis años después, muere su padre el alguacil, sus otros dos hermanos, Juan y María, también se van a Quecedo a vivir con su tío el cura y su hermano. De hecho aquí se quedaron y casaron con dos hermanos de una familia de rancio abolengo quecedano: Juan con Juana Huidobro y San Martín y; María (la que por cierto no llevaba de segundo, como sus hermanos, el Gómez de Zorrilla, sino el Gómez de Quecedo, de ahí que, en una comunicación anterior, le dijese a Rodrigo Burgos Ballesteros, que haber traído aquí a los Gómez de Quecedo me descolocaba bastante, pero esa es una historia que dejaré para resolver más adelante, aunque todo apunta que los Gómez de Zorrilla de Toba, entroncarón con los Gómez de Quecedo de las Casas del Poyo -a este último linaje pertenece el escudo más antiguo de esta casa, por su entronque con los Fernández de Quecedo de Alonso el Viejo)) que se casó con Juan Huidobro y San Martin. 
Al cuidado de su tío el cura Gregorio (sin duda un segundo padre para él), siguió aprendiendo en Arroyo y, también, en la casa parroquial de Quecedo, las primeras letras. Dado que al cura le gustaba mucho andar (por eso fue tan longevo, murió con más de 90 años) todos los días, muy de mañana y antes de decir misa, acompañaba a su sobrino por el camino de la Sabuca hasta la Casa escuela de la Peña de Arroyo y luego regresaba por el camino de la Encina de la Dehesa para decir misa en la parroquial de Santa Olalla de Mérida. Al regresar de Arroyo por la tarde (en la escuela se les daba también de comer) el cura le tomaba las lecciones (parece que algún capón que otro tuvo que darle) y le ayudó enormemente no sólo en sus primeros estudios, también después para ser escribano. 
En esta misma escuela estudiarían después otros cuantos escribanos públicos que hemos tenido en la familia, además de los ya citados Juan Gregorio (este segundo nombre que le hurtan en casi todos los documentos que le citan, su hijo García Eleuterio, el nieto de este Manuel González-Villa, el suegro de García Eleuterio, mi abuelo Pedro Díaz de Sarabia, las últimas generaciones de escribanos de los Alonso de la Torre (los primeros son anteriores a la creación de esa escuela), los últimos escribanos del linaje Díaz de Tudanca, ya nacidos en Valdivielso, pues los primeros bajaron de Tubilleja de Zamanzas a ejercer en Población y en el Almiñé. Y otros cuantos escribanos que tengo pendientes de confirmar.  la muerte de Manuel González-Villa, la casa del Cantón dejar de ser escribanía. Lo que, como nos ha demostrado Rodrigo, no significa que la misma dejase de pertenecer a su rama de los García de Huidobro (seguía siendo propiedad suya en 1930), ni que Manuel fuese el último fedatario público de su familia, pues después ha habido notarios y registradores de la propiedad en sus ancestros directos. 
Terminaré, como empecé, fusilando la tercera parte de la comunicación anterior de Rodrigo, más que nada porque lo que más me gusta es comprobar que no soy el único que le da caña a la Biblia del Valle. Nos decía entonces Rodrigo:
<La tercera vez y fechada en 1930, encuentro referencia en lo que mi “primo” Juanra denomina “la biblia del Valle”, es decir el libro “Apuntes descriptivos históricos y arqueológicos de la Merindad de Valdivielso”. En su páginas 242, 243 y 244, se puede leer: “En la calle inmediata de la Luna, n.° 1, se conserva la casa de los García Huidobro, con escudo de esta familia. (Fots. núms. 18 y 19). Es propiedad del representante de Chile en España, D. Ismael García Huidobro, y allí nació el Virrey de Chile, D. Juan García Huidobro, fundador del Palacio o Casa de la Moneda, sede hoy del Gobierno de aquella República. Parece obra del siglo XVII, en 1752 era de D. Juan García Huidobro, vecino de Quecedo, que probó su hidalguía en Valladolid, en 1739, residente en Santiago de Chile. (Catálogo de Hijosdalgo, tomo II, página 51). A mi parecer se han cometido una serie de errores en la redacción:

1º Las fotos no se corresponden con los números indicados. La casa torre está indicada como fotografía 17. El Escudo está en la página 240 y es el representado en la zona inferior izquierda de la imagen.

2º En esas fechas (1930), la casa torre era propiedad de los herederos de Felipa González García. 
Ampliaré yo, por mi cuenta, los datos que el tímido de Rodrigo no quiso apuntar de su familia, ya no compartida conmigo sino como un parentesco muy lejano. Esta abuela suya se llamaba en realidad Felipa Cruz González-Villa y García de Huidobro. Había nacido en esa Casa del Cantón el 1/5/1854 y fallecería en la misma el 3/2/1929 (por eso en 1930, pertenecía ya a sus herederos). Era nieta del último E.P de esa casa Manuel, en cuanto hija del hijo de este, Cándido González-Villa y Guinea (nacido y fallecido en esa casa el 3/9/11819 y el 2/7/1874 respectivamente) y de su prima Luisa García de Huidobro y López Borricón. Felipa Cruz se casaría el 30/10/1876 con el natural de Villalaín, Francisco López de Borricón y Rodriguez. Y de una hija de estos últimos, Blanca Demetria (esta nacida en Arroyo, no se muy bien por qué, el 10/11/1886) y de su matrimonio con el burgalés Don Zacarías Burgos y López, desciende mi querido primo Rodrigo y sus siete hermanos, a través de su hijo, como no, el registrador de la propiedad Don Francisco Burgos y López Borricón, casado en Burgos con Doña 
María Luisa Ballesteros y Bermejo.
Le voy a regalar, en compensación por lo mucho que le he fusilado, lo que dice la PDFE del último E.P que habitó y ejerció este oficio en la misma. Sobre todo para que pregunte a su padre y otros parientes notarios si es posible lo que el cura que la registra dice en la misma, pues parece que uno de los últimos actos de fe pública notarial que hizo en su vida fue su propio testamento, de ser verdad lo que cuenta en su PDFE el cura ecónomo de Quecedo Don Lucas de la Peña que lo enterró y registró esta partida. La misma que lleva fecha del 16/12/1867, dice lo siguiente, tras la protocolaría identificación del cura y de la iglesia donde se hizo el funeral: “Mande dar sepultura en el cementerio público de Quecedo al cadáver de Don Manuel González, viudo de Doña Manuela Guinea, natural de San Vicente de Villamezán, de 77 años de edad, de ocupación Escribano Público en este referido Quecedo, hijo legítimo de Don Pedro González y de Doña María García de Huidobro, naturales el primero de San Vicente de Villamezán y la segunda de este de Quecedo. Murió de accidente el día 15 de este mes, a las cuatro de la tarde bajó testamento que otorgo ante él (sic., hasta donde alcanzan mis conocimientos jurídicos esto no es posible) y dejó a la voluntad de sus testamentarios los sufragios que habían de celebrarse por su alma. No recibió ningún Sacramento. Se le hizo entierro de primera clase y al mismo asistieron todos los curas y capellanes del Valle de Abajo, según especificó en su testamento, hecho en 25/9/1855. Dejo un hijo, Don Candido, habido con su referida mujer, que fue vecino de este referido pueblo”. Pero toca seguir con la caña de Rodrigo a la biblia.
3º Ismael García Huidobro era por aquel entonces el representante de la familia García de Huidobro en España, pero no de Chile. 

Ampliaré también un poco esto. En efecto, Ismael era hermano del padre del genial poeta chileno Vicente (García de) Huidobro, también llamado Vicente y apellidado doblemente García de Huidobro, que es el que había instado el pleito para recuperar el título de Marqués de Casa Real que les había quitado ¿le llamo también libertador a este querido Tomacho SJ?) O´Higgins, al suprimir todos los títulos de nobleza españoles. Y de la también escritora Manuela Fernández de Santiago-Concha y Bascuñán (por cierto y por su linaje De la Cerda, descendiente de mismo Cid Campeador, como le acreditó Menendez Pidal al poeta Vicente, tras lo cual este se animó, sintiéndose sentado en las rodillas de su abuelito el Cid, cuando escribió su novela épica –la novela de un poeta- “Mio Cid Campeador. Fazaña”, uno de cuyos ejemplares, de su primera edición, la tengo como una de las principales joyas de mi biblioteca). Vicente padre y su mujer Manuela (que firmaba sus escritos como”Mona Lisa”) habían mandado a Ismael a España a que agilizará el pleito para recuperar el título (es el que contrata como abogado a José Antonio Primo de Rivera para ello, que sólo les cobra cinco millones de pesetas de las de principios del siglo XX, como anticipo a cuenta, no se lo que les cobraría a mayores, aunque creo que no mucho, pues perdió el juicio). Manuel no se fiaba mucho de las luces (pocas) de este Ismael, como puede verse en el Epistolario de Vicente con su madre (se puede descargar por internet), se quejaba del mucho dinero que les estaba sacando el abogado y, supongo, que desconfiaba también de Ismael, porque muerto ya su marido y su hijo el poeta Vicente, “pasando pasando”, (como tituló su primer libro, el que le quemó toda la edición su padre por meterse con los jesuitas) de títulos nobilarios, el principal beneficiario podría ser el propio Ismael. Que tenía pocas luces queda acreditado por presentarse en Quecedo diciendo que era el embajador de Chile en España y como dueño de la Casa del Cantón. CONTINÚA CON LAS MENTIRAS DE LA BIBLIA.Nos continuaba contando Rodrigo en lo que él llama, benévolamente, errores de la biblia respecto de todo lo que aquí estamos tratando lo siguiente: 

4º. No ha existido nunca un Virreinato de Chile. SIN PALABRAS


5º. El fundador de la Casa de la Moneda en Chile fue Francisco García Huidobro y no Juan García Huidobro.

6º. En 1752 la casa si era propiedad de este Juan García Huidobro.
Me corresponde añadir algo, de este hermano mayor del famoso marqués y ancestro directo de Rodrigo y mío. Como vengo diciendo se llamaba Juan Gregorio y era el segundo hijo varón de Pedro Manuel García y Francisca Antonia Huidobro. Frente a lo que era habitual en la época la escribanía la hereda, pese a no ser el hijo varón primogénito, sino su segundo hijo varón. Acompaño copia de la parte del testamento de su padre de 1715 en que se ocupa de esto. Lo que nos obliga a hablar aquí, un poco, de este hermano varón primogénito.
Se llamaba, José Manuel, nacido también en esa casa del Cantón el 2/8/1693. Después de su fe de bautismo sólo volvemos a saber del mismo por el testamento de su padre de 7/6/1715. Que nos dice que, en esa fecha, se encontraba ya en Indias. Nos dice, también, que su tercer hijo varón (Francisco, el que con el tiempo sería famoso y rico marqués) se encontraba, en esa misma fecha en Cádiz, pendiente de embarcar también a Indias. Pero si de este último hemos tenido abundantes noticias, de su hermano mayor nunca más se supo nada, al menos de forma documentada. Y, que yo sepa, la parentela chilena no ha hecho nada por recuperar algo de lo que sucedió con el mismo. Y eso que tengo más que fundadas sospechas de que su hermano el futuro marqués si tuvo muchas noticias suyas, incluso que estuvieron juntos en Indias y hasta que que emprendieron algún negocios juntos. Aunque en mis frecuentes visitas virtuales al Archivo General de Indias (en adelante AGI), no he encontrado ninguna referencia al mismo, cuento con varios indicios de lo que acabo de afirmar, incluso sobre cual pudo ser el primer destino del desaparecido José Manuel que me obligan a permanecer en esta búsqueda (de la que daré cumplida cuenta cuando encuentre algo). Por si algún pariente chileno se anima a ayudarme en esta empresa ampliaré algo sobre estos indicios: Tengo para mi que su hermano el futuro marqués si tuvo noticias, no sólo eso se encontró allí con él e, incluso, pudieron emprender algún negocios juntos. Estos indicios, algunos deducidos de páginas chilenas que, desgraciadamente, no citan fuentes, otros deducidos de la trayectoria profesional inicial de su hermano Francisco y su rápido éxito son los siguientes: Muy probablemente su primer viaje fue a localidades, hoy bolivianas. de Potosí y Sucre, en concreto a hacer fortuna en sus minas de plata; Pocas dudas me caben que, de ser así lo anterior, allí se reunieron ambos, en uno de los primeros viajes del futuro marqués (quizás incluso en el primero que hace a finales de 1715 o principios de 1716, cuando apenas había cumplido 18 años y entra en la tripulación de un barco mercante como aprendiz de marinero, vamos como brunete); Lo cierto es que, entre este primer viaje y el siguiente del mismo del que si tenemos constancia documentada (AGI/Signatura_Contratación: 5481, N.1, R.25, se puede bajar en PARES) a nuestro pariente el futuro marqués le había dado tiempo hasta para hacerse armador, contar al menos con un barco propio y dirigirse ya a comerciar al puerto de Buenos Aires (Argentina), incluso llevando como criado suyo al arroyano Francisco Díaz de la Torre); Si Amunategui nos ha documentado perfectamente que el futuro marqués comerció con esclavos negros en Chile desde Buenos Aires, al menos entre 1926 y 1931 (y de la lectura del libro de este sobre el mayorazgo García de Huidobro, no se puede decir que este haya apoyado la mala prensa, por otro lado tan abundante, sobre nuestro marqués), no sería de extrañar que su fortuna la comenzase a hacer (como también afirman otros autores no tan propensos a nuestro marqués) en los barcos (primero ajenos, luego propios) en que trasladaban a los esclavos negros que, previamente compraban, -según algún autor que, incluso, cogían directamente-, en las costas africanas de Angola, Congo, Cabo Verde, etc., para el duro trabajo en estas minas de plata bolivianas; Así las cosas, no sería de extrañar que el responsable principal de que esas localidades mineras fuesen el destino de alguno de estos primeros viajes, fuese la presencia allí de su hermano mayor José Manuel; Incluso que fuese este el que le ayudase a comprar tan pronto los primeros barcos del ya, con toda seguridad en 1731, armador o naviero; Es probable también que esa experiencia minera de su hermano mayor, le sirviese a nuestro marqués para que la minería fuese después su actividad económica más importante y la que le dio las ganancias más importantes: Recordar que la única condición que puso el futuro marqués al rey Felipe V, para construir a su exclusiva costa la fábrica de la moneda en Santiago de Chile (además de la ser tesorero perpetuo de la misma él y sus herederos,lo que Carlos III no cumplió, rescatando para la corona española esa fábrica veinte años después) fue la de que se le dejase redactar las nuevas ordenanzas de la minería de Chile, pues no servían para las minas de cobre chilenas, las viejas ordenanzas mineras del Virreinato del Perú. Algo que autorizó Felipe V, por Real Cédula de 1/10/1743 y que, en la redacción que les dio Francisco de Huidobro -por eso dice Amunategui que fue también legislador-, fueron aprobadas y publicadas en Lima 1757. Y algo tendría que ver también con lo anterior que en las grandes fincas que compró con su familia no les interesaba tanto su explotación agraria, sino también y sobre todo, el aprovechamiento de las minas de cobre que había, al menos, dos de ellas: Catemú y Paine. Seguro que en el archivo familiar se puede encontrar cumplida cuenta de mucho de lo que vengo afirmando

6º El que probó su hidalguía en 1739, fue Francisco y no Juan. A nuestro abuelo Juan Francisco, dado que se quedó en el Valle, no le hizo falta nunca acreditar aquí su condición de hidalgo (de hecho estaba inscrito como tal en diversos padrones de moneda forera de Quecedo). Y salió muy poco de Valdivielso, si acaso sólo en 1752, cuando el marqués de Espinardo, Intendente General de Burgos en aquellas fechas, le encomendó dirigir la elaboración del catastro del Marqués de Ensenada en todos los pueblos del partido de los Altos de Valdivielso (como puede comprobarse en estos) tras haberle ayudado al precitado Marqués de Espinardo a hecerlo antes en los 14 pueblos del Valle.

Y luego me pide Irene Garmilla que no me meta con la biblia del valle.
Tras dejar de ser escribanía, esta casa ha tenido diversos usos diferentes: Después de1930 vivió en esa casa la familia de Anselmo Villamor, aunque ni mucho menos fue sólo una vivienda familiar: durante todo el periodo que vivieron en la misma los Villamor fue cantina, llegando a albergar durante un tiempo, incluso, un salón de baile, y, estando ellos viviendo en esa casa es cuando se instaló el teléfono público de Quecedo en la misma.
El último uso que ha tenido y sigue teniendo es la de vivienda familiar de Doña Herminia Ruiz de Huidobro y Fernández de Torres, viuda de Don Ángel de la Garmilla y Bueno y sus hijos. Aunque mantuvieron en la misma, durante un tiempo, el teléfono público de Quecedo. POR FIN, FIN

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